Historias del EVS – Prólogo y Episodio I

Nuestra organización lleva incorporando la labor voluntaria desde que nació hace más de veinte años. Por los proyectos han pasado multitud de personas que han contribuido de forma muy importante en la labor que se viene haciendo y sobre todo que han vivido de primera mano las dificultades por las que pasan las personas con las que trabajamos.

Desde hace ya varios años, la Asociación ha abierto sus puertas a la participación de voluntarios de toda Europa a través del Servicio de Voluntariado Europeo (EVS) integrado en el Programa Erasmus +. Desde que se inició en el 2012 hemos recibido la visita de voluntarias y voluntarios de multitud de países que han puesto su granito de arena en nuestra labor a pie de calle, y además se han llevado una experiencia que, sinceramente, esperamos les haya cambiado un poco la visión del mundo y, ¿por qué no?, también la vida.

Nos gustaría que su voz también pudiera ser escuchada y que sintierais a través de sus propias palabras que significa vivir una experiencia de voluntariado europea y, especialmente, qué significa vivir esa experiencia en Llere, con nosotros.

A lo largo de las próximas semanas iremos actualizando la página con sus reflexiones y sus vivencias aquí en Toledo pero para empezar nos gustaría presentaros a Valentina Frlan, que vino desde Croacia hace ya 4 meses.

Mi experiencia en Toledo

2017, septiembre

Estaba todo preparado para empezar otro año académico pero unas semanas antes de haber comenzado entré a la página web de mi facultad y vi que buscaban una persona que supiera español y que tuviera voluntad de ayudar a los niños en Toledo, España y decidí cambiar mi destino.

Aquí empieza mi historia.

2017, octubre

Después de la formación de la ida y de haber arreglado todo con mi asociación de envío llegó el 10 de octubre. De Zagreb (Croacia) a Praga (República Checa) y finalmente a Madrid (España), del que cogí un tren hasta mi destinación final que era Toledo que se encuentra en Castilla-La Mancha, una de las 17 comunidades autónomas de España. En la estación de autobuses me esperaba Mónica, nuestra querida tutora, y la presidenta de la asociación socioeducativa Llere, en la que íbamos a efectuar nuestro SVE (Servicio del voluntariado europeo). Digo nosotras y nuestra porque el día siguiente conocí a otras dos voluntarias, Yuliya de Ucrania y Nora de Chipre. Uno de los días participamos en conmemoración del Día Mundial de Lucha contra la Pobreza y fuimos con compañeros de Llere a las Cortes de Castilla- La Mancha.

Yuliya, Nora, Valentina

Las tres vimos diferentes proyectos de Llere pero trabajamos en el proyecto de Mediación socioeducativa con población romaní a y otras comunidades que íbamos efectuando en un pueblo que se llama Cerro de los Palos. Conocimos menores divididos en tres grupos, los infantiles, los de primer a cuarto grado y los de cuarto hasta la secundaria. Con ellos trabajamos del octubre hasta enero. Hicimos tareas de todo tipo, dibujar, pintar, rellenar huecos, calcular y multiplicar o dividir, reconocer países en el mapa político, de qué está compuesta la Tierra, cómo se escriben las letras, sea en español sea en inglés. Me encantó trabajar con ellos porque se siente increíble transmitir mi conocimiento a los demás y ayudar con lo que pueda. Al final de octubre visitamos otros pueblos de Castilla- La Mancha como Órgaz, Ajofrín y Marjaliza donde fuimos con otra Mónica y Mario, otros compañeros de Llere. Ahí preparamos un taller para menor que consistía en convertir una habitación en un lugar de horror y pintarnos para Halloween. Cada uno tenía su papel, hacer ruido, gritar, tocar la puerta, mirar con ojos trastornados y asustar a los menores.

Yuliya, Valentina, Nora

2017, noviembre

En noviembre continuamos con el trabajo en Cerro de los Palos y lo que para mí fue muy importante fue que me visitó mi amiga y que aprovechábamos los fines de semana para hacer una escapada y disfrutar de los rincones de España.

Valentina y Doris

Conocimos mejor la ciudad de Toledo que ahora es nuestra casa y la última semana fuimos al Castillo de San Servando, el castillo que a través del río Tajo mira el casco histórico de esta ciudad tan bonita. Ahí tuvimos la Formación a la llegada, organizada por Agencia Nacional y el Erasmus y pasamos toda la semana en el castillo con otros voluntarios internacionales. Hicimos varios talleres, hablamos mucho sobre las expectativas y lo deseado en nuestro SVE pero no voy a entrar en detalles porque lo vas a ver solo/a.

Todo el equipo de la Formación a la llegada

2017, diciembre

Después de regresar de la formación, continuamos con el trabajo en Cerro de los Palos, con visitas frecuentes a Madrid, la sede de mi corazón. El 6 de diciembre he ido al partido de la Champions League del Real Madrid y Borussia Dortmund y fue una experiencia magnífica. Los demás días preparábamos taller para los menores y el taller fue preparar las presentaciones de nuestros países, Ucrania, Chipre y Croacia. Pasamos días pensando en cómo a través de los juegos trasmitir a los niños lo más importante y practicando ya mencionado con Mónica. Al final los niños disfrutaron mucho de nuestras presentaciones.

Presentación de nuestros países en Cerro de los Palos

Unos días después recibimos nueva compañera de piso, Dina de Rusia. Con ella hicimos otra parte del proyecto que fue colectar las ruedas antiguas y piezas de madera (en Cerro de los Palos) para reutilizarlo haciendo de las ruedas papeleras y las señales en las que ponía orgánico, papel y embalaje plástico. Nos acostumbramos unas a otras fácilmente pero eso no fue todo porque unas semanas después llegó una chica más de Rusia, Darina.

A ella le tocó la última parte antes de vacaciones que fue patinar en hielo con los menores. Fue muy divertido ver cómo aprendieron fácilmente a patinar y cómo se levantaban después de cada caída. Con esto acabamos el año, las chicas se quedaron en España y yo me fui a Croacia a pasar las vacaciones y la Navidad en familia. Me las pasé increíble pero ya es la hora de continuar con otros proyectos y de disfrutar de lo que viene.